Venus es la parte de nuestra carta que le gusta lo dulce: chocolates a media mañana, un pastelito después de comida, una fruta de verano en su máximo apogeo.
Ella quiere disfrutar de los sentidos corporales, ama estar inmersa en ellos – y no hay nada que nos lleve más al cuerpo y al gozar que tener ese intenso sabor dulce en la boca. Dura solo unos segundos, yo sé, pero lo es todo.
Hay veces en que busco eso dulce con más ganas, especialmente cuando he tenido algún desamor o corazón partido, entonces me como ese chocolate que cura todo, tiene el poder de llevarme al momento, lo malo es que se acaba y a veces me deja peor.
Otras veces quiero más de lo dulce cuando no me he alimentado como necesito. Me he ido a dormir demasiado tarde o estoy cansada. En oriente se sabe que el sabor dulce le da forma nuestro cuerpo, nos ancla a la materia, enraiza y aterriza. Entonces si no le doy lo que necesita, es cuando más va a querer que le dé esas calorías que le faltan o esa energía que no le queda en forma de azúcar. El problema es que no se resuelve lo esencial, el azucar no me da esas vitaminas y minerales que me harían relucir y sacar lustre.
También me ocurre que si comienzo el día con este sabor dulce, luego se apodera y me hará querer más y más. Como por ejemplo cuando rompo el ayuno osea «des-ayuno» con mucha fruta, jugos, mermeladas y manjares deliciosos… al comienzo se siente genial pero despues voy a querer más y más durante el día. Esto tiene que ver con una respuesta fisiológica que trata de tus hormonas, y también del cerebro por supuesto.
Y con Venus!
Venus ama lo dulce. De hecho ella está a cargo del azúcar en tu sangre. Y también del placer, del disfrutar. Hay dos formas de llegar a ella.
A veces cuando como mucho de lo dulce me pregunto cómo podría hacerla gozar más, cómo poder vivir esa parte mía que quiere disfrutar de los sentidos, abrazar, cuidarse, mimarse, que es romántica y vividora. Dárselo de formas creativas que me lleven al mismo lugar pero que vengan de un amor propio real.
Lo veo como un síntoma. Esas ganas de azúcar.
Y luego voy por más. A veces por más azúcar, a veces por más amor propio.
No todas las venus quieren lo mismo, hay unas más físicas otras más intelectuales o emocionales y hay algunas que solo quieren aventura. Pero todas muestran este mismo síntoma.
Dependerá de dónde se encontraba ella en el cielo a tu nacimiento, hay 12 signos zodiacales adonde ella pudiese estar.
Dale lo que ella quiere y ella te dará todo su mojo. Cuál es la tuya?